El ajo se cultiva desde hace varios siglos originaria de Asia Central. Viene de la familia de las liliáceas, la misma a la que pertenecen los puerros y las cebollas. Es una especia que no puede faltar en nuestras cocinas, toma un gran protagonismo en los platos donde es el ingrediente principal como en las sopas de ajo o el bacalao al ajo.
¿Qué propiedades aporta el ajo?
El consumo del ajo aporta un gran valor nutritivo y diferentes propiedades. Contiene vitamina C, que es imprescindible para el desarrollo y crecimiento y la vitamina B6, que es importante para el desarrollo cerebral y mantener de manera saludable el sistema nervioso. Aporta muchos minerales como el calcio, potasio, fósforo o magnesio. Las diferentes propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antigripales ayuda a mejorar la salud y nuestras defensas.
El ajo molido y sus usos
El ajo molido presenta un color amarillo tostado que es elaborado a partir del ajo deshidratado, pelado, cortado y troceado. Tiene un sabor más intenso que el ajo fresco, aunque sin el picor característico y manteniendo las mismas propiedades. Con una pequeña cantidad de ajo en polvo ayuda a reforzar el sabor y ayuda a distribuir mejor el sabor. Tiene una ventaja, el uso del ajo en polvo tiene tendencia a quemarse menos en el caso de la preparación de asados. El ajo en polvo es muy popular porque es fácil de conservar y desprende poco olor.