Patatas bravas de Almería

• Con la ayuda de la batidora trituramos las cebollas hasta convertirlas en puré. Ponemos una parte del aceite de oliva en una cazuela suficientemente grande para que albergue luego todos los ingredientes. Cuando el aceite esté bien caliente, echamos encima la cebolla triturada y la dejamos reducir hasta que esté dorada. Añadimos el tomate triturado y removemos. Seguidamente mientras el tomate entra en ebullición, trituramos los ajos, una cucharada pequeña de perejil, las 6 almendras, la mitad de sal, las cuatro guindillas y el vino de Jerez, y lo añadimos a la cazuela sin dejar de remover a fuego medio.
   
• Pelamos y limpiamos bien las patatas y las cortamos en cuadrados gruesos. Una vez limpias, las freímos en una sartén con el resto del aceite hasta que estén doradas, tienen que quedar bien fritas pero no desechas. Las sacamos de la sartén y les dejamos escurrir el aceite en un recipiente con papel para que absorba el excedente del mismo y las salamos con el resto de la sal.
   
• Seguidamente las añadimos a la cazuela y removemos con cuidado de vez en cuando hasta que el tomate se haya espesado, que es cuando la salsa estará lista.
   
• Se sirve caliente o templado, mejor que no queme demasiado, ya que suele picar.

Ahora ¡a disfrutar!